3/12/08

...para.mi.hermana...


Sister, beautiful sister.
I miss you so much, you know. So much in need of you.
You’re far away from me right now, but nevermind, ‘cause I know you’re enojoying.
And I know that you’re being you.

Sister, only sister.
I miss our talks, our jokes, our fights and all that.
Watching Prison Break till 8 in the morning.
I miss you, sister.

I need you everyday, everytime.
But Im okey, don’t worry!
Just want you to know that I miss you.
And that I really really love you.

My sister, my friend. My oldest friend.
My nearest friend. My unique and inmortal friend.

Remember this: whatever happened with one of us,
the other will be always there.
Remember: I think of you all the time, Luv.

And remember: all you need is Puch!

...at.night...

Es la noche, la madrugada.
Son aproximadamente las 2 am y mi cuerpo se relaja.
Mi mente, también lo hace.
Me sumerjo en el aire intenso y único que mi cuarto posee.
Con su propio aroma, su propia sensibilidad.
Apago la luz principal.
Sólo queda encendido mi tenue velador que reposa en mi mesa de noche, la cual es más bien un cubo de madera decorado a mi antojo.
Dylan suena de fondo.
El blues me lleva, me atrapa. Y me conquista.
La relajación es mental y corporal.
Es casi completa.
Mi espíritu vuela, descansa, divaga.
Me conecto conmigo,
y caigo en un sueño profundo.

...me.quedé.pensando...

Me quedé pensando…que no sólo la mirada moviliza, no no, sino que todos los sentidos lo hacen. ¿Quién no sintió alguna vez unas inmensas ganas de llorar con Tears in Heaven? ¿O con Love of My Life? O unas inctrontrolables ganas de bailar rock’n’roll con Tiwst and Shout. Sí sí sí, gritar! Twist y gritos se ha dicho.
O simples cosquillas en la panza (las cuales pueden compararse con: mariposas, libélulas, grillos y todo el reino de insectos) al escuchar un tema que nos gusta tanto tanto, que nos vuelva la cabeza, que nos eleva a tal punto que queremos que todo el mundo sepa lo mucho que amamos esa canción y lo feliz que nos hace.

En definitiva, lo importante de nuestros cinco amigos Los Sentidos (que vienen en el embase humano desde el vientre materno) es que mediante ellos la vida es.
Existe!
Existimos!

Y las palabras? ¿Qué son? ¿Qué no son? ¿Y qué pueden llegar a ser?
Un viejo amigo cantante y gran poeta de muchas generaciones de vida, hablaba de los significados de las palabras. Cada uno tiene su propia definición de las palabras. Pero no de cualquier palabra, sino a los “rótulos sentimentales”.
Depende de qué experiencia de la palabra amor tenga cada uno de nosotros es que recaerán diversos e infinitos conceptos sobre nosotros.
Para mí, es extraordinario que así sea.

Para mí, mi amigo Robert tiene razón.

..y.si.nos.dejamos.caer?...

Vivimos en un mundo en el que cada vez nos encerramos más y más en nosotros mismos. Transitamos cada vez más introspectivamente. Las necesidades básicas ya están satisfechas desde antes de dar a luz.
¿Acaso ya nadie tiene sueños?
¿Ya nadie se cuestiona sobre dilemas existenciales, místicos o simplemente se cuestiona?
¿Y por qué uno es tildado de loco si sí hace todo eso? ¿Por qué hay tanto prejuicio?
No nos damos cuenta, pero estamos cada vez más alejados de nuestro entorno y más aún de nosotros mismos.
Hay que abrir la mente. Despejarla y despejarse, flotar en una galaxia de pensamientos y sensaciones y ver hasta dónde somos capaces de llegar. Imaginemos la galaxia. Sintámonos parte de ella.

Sorprenderse.
Y sorprender. Me gusta descubrir cosas nuevas en el día a día. Encontrar, tocar y sentir. Respirar. Tropezar, una y mil cuarenta veces. Me gusta chocarme con la gente y ver su expresión cuando esto ocurre. Mirar a los ojos, me gusta.

Otra cosa importante! La mirada.
¿Por qué pocos miran a los ojos? ¿Tienen miedo? ¿Vergüenza, quizás? Pero… ¡qué tontería! Es decir, la mirada, los ojos… lo son todo. Lo dicen todo y sin la necesidad de siquiera una palabra, un monosílabo. Pero la mirada cara a cara, el contacto ojos propios con ojos ajenos. No cualquier mirada.
La mirada es lo más fuerte que tenemos y pocos se atreven a ello.

Arriesgar.
Lo que le hace falta al ser humano. A todos.
Arriesgar, jugarse a más, a todo. Probar (ver qué puede llegar a pasar).
Salir del jaulón, de la caja, del departamento, de la oficina.
Saltar al abismo, a la nada.
Al todo.

And just... let it be.

...B.A.City...

Si tuviera que hacer una tarea pedida por mi maestra como hacía en mis tiempos de escuela primaria, la cual pidiera describir mi ciudad, creo que sería bastante diferente a lo que podría describir hoy. No sólo porque la ciudad en sí ha cambiado, sino porque yo crecí y cambié también. Supongo que si escribiera esto con ocho o diez años de edad, diría que Buenos Aires es grande, linda y divertida, que tiene muchas plazas y juegos para pasarla bien con amigos.
Hoy, digo otra cosa.
Buenos Aires sigue siendo grande y linda, y también sigue teniendo muchas plazas y juegos. Pero el “tamaño” de Buenos Aires se mantiene en cuánto a medidas, no si de valores hablamos. La hermosura cada vez se deteriora más. Los enormes edificios nos observan temerosamente, cada vez desde más arriba. Nos asustan, son imponentes. Nos tapan el sol. Pero, qué van a hacer? Cada vez más gente viene para Buenos Aires a vivir, a transitar, a trabajar o whatever.

Me gusta Buenos Aires. Me gusta tener infinitas y diversas opciones de ocio y goce personal. Pero no tolero la impaciencia, la ignorancia, el atropellamiento, la impunidad y la soberbia con la que todos caminamos. A decir verdad, es muy triste, muy desolador.
Basura blanca acá, en la ciudad de Buenos Aires-cantaba el Pelado.

¿Se equivocaba? ¿Se equivocaría?
Por como vamos, yo creo que no. Aunque ojalá si en un futuro.